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Hezbollah bajo ataque: explosión de pagers deja caos en el Líbano

Con 12 muertos y más de 2,700 heridos, la explosión de miles de pagers de Hezbollah en zonas clave del Líbano y Siria apunta a una operación de inteligencia israelí, según fuentes del grupo chií.
Mundo 18 de Septiembre de 2024
Hezbollah bajo ataque: explosión de pagers deja caos en el Líbano

Un devastador ataque golpeó a Hezbollah el 17 de septiembre de 2024, cuando miles de pagers usados por sus miembros explotaron simultáneamente en zonas estratégicas del Líbano y Siria. Las explosiones dejaron un saldo de 12 muertos y más de 2,700 heridos, de los cuales más de 200 están en estado crítico. Entre las víctimas se encuentran niños, incluyendo la hija de un miembro clave del grupo.

Los pagers, ampliamente utilizados por Hezbollah como parte de su infraestructura de comunicaciones, fueron presuntamente intervenidos por el Mossad, el servicio de inteligencia israelí. Fuentes cercanas al grupo aseguran que las explosiones fueron causadas por pequeñas cargas explosivas implantadas en los dispositivos durante su fabricación, detonadas a distancia mediante un código especial. Aunque Israel no hizo comentarios oficiales, las acusaciones de Hezbollah apuntan directamente a una operación del Estado israelí.

El ataque se produjo principalmente en áreas de fuerte presencia de Hezbollah, como el suburbio de Dahieh en Beirut y el valle de Beqaa, ambos ubicados en el sur del Líbano. En estas zonas, los pagers comenzaron a sobrecalentarse repentinamente antes de estallar, lo que causó caos entre los transeúntes y provocó una ola de pánico entre la población.

Este ataque, considerado uno de los más graves contra la infraestructura de Hezbollah, se produce en un contexto de creciente tensión entre Israel y el grupo chií. Los enfrentamientos entre ambas partes se intensificaron en los últimos meses, especialmente desde el recrudecimiento del conflicto en Gaza, que generó una escalada de violencia en la región. La ONU y otros organismos internacionales condenaron los hechos, calificándolos de "deplorables".

A nivel interno, Hezbollah calificó este ataque como un golpe directo a su seguridad y prometió responder "en el momento y lugar adecuados". La organización intensificó las medidas de seguridad en sus áreas de influencia, mientras que las autoridades libanesas continúan investigando los detalles de cómo los dispositivos fueron manipulados sin ser detectados.

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