El fútbol argentino atraviesa un año especialmente inestable para los entrenadores. En lo que va de 2024, ya fueron registradas las salidas de 26 directores técnicos en la Liga Profesional. Esto significa que, en promedio, se destituye a un DT cada 11 días, un ritmo frenético que pone de relieve la poca paciencia de las dirigencias de los clubes para sostener proyectos a largo plazo.
Uno de los casos más recientes es el de Leandro "Pipi" Romagnoli, quien dejó su cargo como entrenador de San Lorenzo tras solo 26 partidos al frente del equipo. Romagnoli había asumido interinamente luego de la salida de Rubén Darío Insúa, pero su gestión no logró revertir los malos resultados, lo que llevó a su pronta desvinculación.
La situación de San Lorenzo no es un hecho aislado. Este año fue testigo de una cantidad récord de cambios en los bancos. Equipos como Central Córdoba y Defensa y Justicia ya tuvieron tres entrenadores cada uno. Estos clubes, que pelean por evitar el descenso, muestran la falta de estabilidad en un torneo que castiga la falta de resultados.
Solo siete equipos, de los 28 que compiten en la Liga Profesional, lograron mantener al mismo entrenador desde el inicio de la temporada. Entre estos clubes se destacan Estudiantes, dirigido por Eduardo Domínguez; Vélez Sarsfield, con Gustavo Quinteros a la cabeza; y Racing Club, conducido por Gustavo Costas, que además se encuentran peleando en los primeros puestos de la tabla.
La presión por los descensos también influye en la toma de decisiones. Si bien por el momento solo dos equipos perderán la categoría (uno por promedio y otro por tabla general), los malos rendimientos en las últimas fechas son determinantes para las dirigencias que buscan salvar a sus equipos.
Por otro lado, algunos entrenadores pasaron por más de un club en la misma temporada. Es el caso de Julio Vaccari, que comenzó el año en Defensa y Justicia y luego pasó a Independiente. Esta tendencia refuerza la idea de que, a pesar de los cambios, los proyectos no logran estabilizarse.
A medida que la temporada 2024 avanza, y con nueve fechas restantes, la posibilidad de que más entrenadores dejen su cargo sigue siendo alta. La incertidumbre continúa siendo la norma en un fútbol argentino que se devora a sus técnicos con una velocidad sin precedentes.