Emmanuel Macron aterrizó en Vietnam para fortalecer lazos diplomáticos, pero lo que acaparó los titulares fue otra cosa: su esposa, Brigitte, pareció pegarle en la cara antes de bajar del avión presidencial.
La escena, capturada en video, muestra a la primera dama colocándole ambas manos en la cara al mandatario y girándole la cabeza. El presidente quedó visiblemente desconcertado, aunque segundos después retomó la compostura y saludó por la puerta de la aeronave.
La llegada del mandatario a Hanoi, parte de una gira por el sudeste asiático, quedó opacada por la viralización del clip. En las imágenes también se ve cómo, al descender las escaleras, Brigitte evita tomar el brazo que le ofrece su esposo.
Desde el entorno presidencial intentaron calmar las aguas. Primero dudaron de la veracidad de las imágenes. Luego, al confirmarlas, las calificaron como un “momento inofensivo de pareja”.
“Fue un instante para desestresarse antes del viaje”, explicó una fuente cercana a la pareja, y responsabilizó a “cuentas prorrusas” por amplificar el episodio con fines políticos. Otro vocero agregó: “No hacía falta más para alimentar a los conspiranoicos”.
El trasfondo de la gira no es menor. Macron busca posicionar a Francia como un actor clave en la región, en un contexto global que, según él, vive un “retorno de la intimidación” y requiere de “orden basado en la ley”.
Sin embargo, lo que debía ser un impulso diplomático, comenzó con un gesto privado convertido en escándalo público. En Francia, el video sigue generando repercusiones.
