Miguel Ángel Russo, entrenador de Boca Juniors, debió volver a internarse este lunes tras el empate ante Central Córdoba en La Bombonera.
Durante un control de rutina por la mañana fue atendido por un cuadro de deshidratación, lo que motivó su traslado a la Clínica FLENI, donde ya había estado semanas atrás.
Los médicos ordenaron que Russo permanezca internado para monitorear su evolución. Se espera que pueda recibir el alta durante el transcurso del lunes, siempre que sus valores mejoren.
Russo estuvo presente tanto en el banco de suplentes durante el partido (2-2 contra Central Córdoba) como en la conferencia de prensa posterior.
Antecedentes recientes
Hace aproximadamente dos semanas, el técnico había sido hospitalizado en la misma clínica por una infección urinaria.
En esa ocasión, los médicos detectaron una bacteria resistente, lo que descartó un tratamiento ambulatorio y exigió antibióticos intravenosos.
La recuperación fue progresiva, y Russo finalmente fue dado de alta tras tres días de internación.
Reacciones y estado anímico
Desde el círculo íntimo del técnico aseguran que se encuentra con “ánimo positivo” y tiene deseos de regresar cuanto antes a sus funciones.
En Boca, los asistentes Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez tomaron el mando de los entrenamientos para que el equipo no se vea afectado.
También hubo mensajes de apoyo desde el fútbol argentino. Guillermo Barros Schelotto, ex jugador emblemático y actual técnico, expresó su deseo de que Russo se recupere pronto.
Los médicos seguirán de cerca el estado de hidratación, los signos vitales y posibles complicaciones derivadas de los episodios recientes.
Si todo marcha bien, su alta podría concretarse hoy mismo. Entretanto, Boca deberá adaptarse si Russo no puede estar al mando en los próximos días.
